miércoles, 25 de marzo de 2009

Apathy.


Desprendido de todo me muevo en algo nuevo para mí. Un paraíso de nuevas sensaciones que me abren paso a experiencias inexplicables. Puede que ahora mismo no halla nada tan difícil para mí como explicar lo que siento.

Gozo tras una acumulación de dolor en cantidades industriales, un dolor que he decidido simplemente guardar. Y no voy a decir que no ocupa espacio. Ocupa gran parte de mi, pero cuando navego por él me anula de tal manera que resulta incluso placentero. Genera un trance, un descanso en medio de nada que libera éxtasis en mi cerebro.

El dolor, ahora mi única adicción. Lejos de lo que viene a ser el dolor físico. Mas lejos aun de provocar mas dolor. Todas las dosis de dolor que me puedo permitir están dentro de mí.

Genera cierta dependencia, dependo de esta sensación. Ese bulto en mi garganta que me hace tener que inclinar la cabeza hacia atrás para respirar, no lo cambiaria por ningún beso, jamás. Ese tic. La aceleración repentina del pulso. Mi piel erizada. Y la continúa sensación de un sudor frío y acido en la frente. Un paraíso.

Un ciego permanente que no me deja actuar con claridad, y que a pesar de ello me permite disfrutar cada actuación como algo tan delicioso que se me hace la boca agua.


1 comentario: